L.A. Sushi, la nueva propuesta de Alejandro Casado de sushi californiano aterriza por fin en Madrid
Tras el éxito de Banzai, el nuevo proyecto del chef Alejandro Casado rinde homenaje al sushi que arraigó en EEUU en los años 60
Fiel a su estilo cosmopolita, este es un concepto altamente innovador con notables influencias de Japón y Latinoamérica
En un amplio y luminoso local de la calle Príncipe de Vergara, L.A. Sushi se presenta en sociedad como la nueva meca madrileña a la que acudir en busca de las últimas tendencias en gastronomía de inspiración asiática. Con una propuesta tan novedosa como apetecible, Alex Casado nos sorprende esta vez trayendo a la capital un concepto en el que el protagonista absoluto es el sushi tal y como fue concebido en su adaptación al estilo de California en los años 60.
El sushi llegó a Los Ángeles en la década de los 60 y desde allí se expandió con gran éxito por todo EEUU para conquistar medio mundo hasta situarse como una de las referencias gastronómicas más demandas de la actualidad. Fue allí, en L.A., donde nacieron los primeros y ahora famosísimos “rolls” en los que el arroz envuelve al alga nori, y no al revés, como dictaba la tradición japonesa curiosamente porque el consumidor americano no entendía bien la función del alga y solía retirarla antes de comerlo. Buen conocedor de estas raíces americanas y de cómo el sushi evolucionó, Alex Casado toma ahora el relevo dando un paso más en el desarrollo creativo de este concepto hasta desarrollar un total de once rolls a cada cual más sugerente. Acompañando a algunos de los clásicos que ya triunfaban en Banzai, su anterior proyecto, entre los L.A. Rolls más destacados figuran ahora sugerencias tan irresistibles como la Rock Tempura Roll, hecho a base de tempura tigre, salsa cremosa, aguacate y tartar de atún; o el sorprendente Steak Tartar Roll, con steak tartar de solomillo cortado a mano, aguacate, manzana, huevo pochado y aroma de trufa.
Bebiendo de influencias procedentes fundamentalmente de Japón y otros tantos países de Latinoamérica, Centroamérica, Asia y Europa como México, Perú, Corea e incluso España, la carta del nuevo L.A. Sushi, que se suma al ya existente de la calle Espíritu Santo 16, es una explosión de sofisticadas fusiones entre las que destacan el Bao de Carrillera Pibilcon cebolla macerada y cilantro o el Bao de Panceta Ibéricacon ceviche de piña y salsa asiática L.A. En la sección de entrantes, también hay espacio para las originales Gyozas Artesanas de Pollo de Corral al Curryo las de Carrillera al Pedro Ximénez además de los extraordinarios Dim Sum Artesanos de Langostinos sobre Salsa Americana L.A.
Siguiendo con el viaje de sensaciones que supone sentarse a comer o cenar en este restaurante en el que se trabaja con las mejores y más selectas materias primas, entre los imprescindibles están también el Tiradito de Atún Rojo con Bloody Mary, el Ceviche de Hamachi con Aguacate y Salsa Kimuchi, las Croquetas L.A. Sushi(de alga ao nori ko, vieira y langostino) y el Ebino Kimuchi, todo un descubrimiento basado en langostinos salteados con salsa kimuchi y col china. Por supuesto, toda una selección de niguiris, makis, temakis y gunkan elaborados con piezas perfectamente seleccionadas de atún, salmón, lubina y hamachi, fundamentalmente.
Para completar la experiencia, L. A. Sushi, dispone de una esmerada carta de vinos y sakes perfectos para maridar con sus platos además de una contundente propuesta de postres que, como no podía ser de otra manera, reflejan a la perfección el carácter multicultural y creativo de su creador tales como como la Crema Catalana con Cardamomo, Panna Cotta de Maracuyáo el Tiramisú de Té Verde y Bizcocho de Sake.
La elegancia de la sencillez: Con su puesta en escena apostando por un espacio amplio, diáfano y luminoso, L.A. Sushi no hace sino demostrar su clara inspiración asiática. En la sencillez reside la elegancia y, de esta forma, combinando mesas de madera vista, amplios ventanales que inundan el local de luz natural y una barra en la que sentarse para disfrutar del espectáculo de showcooking, la interiorista Carmen Brujó ha logrado trasladar a la perfección la esencia de lo que aquí se trabaja: un gran producto aderezado con altas dosis de creatividad. Así, este local dispone de un aforo total para 180 comensales además de una estilosa terraza abierta todo el año con capacidad para 60 personas y un reservado privado en la planta de abajo con un máximo de 12 plazas, ideal para reuniones familiares, de amigos o de empresa.
Calle Príncipe de Vergara, 252. Madrid