La Unión Europea considera que el plan de calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid no es eficaz para luchar contra la contaminación.
Si hace escasos días, los diarios nos mostraban la polución existente en los países asiáticos, es hora de volver la vista a nuestro país.
11 de los 23 municipios madrileños con estaciones medidoras, registran niveles altos de ozono, es decir, que incumplen las cantidades de de este gas permitidas por zonas. La directiva europea 2008/50/CE limita a 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire y este nivel no puede superarse más de 25 días al año. Según el último informe, 11 localidades incumplen esta normativa, frente a las 9 del estudio anterior.
Las áreas más afectadas por el ozono son el Corredor de Henares, Alcobendas y los pueblos de la sierra norte madrileña. En zonas como El Atazar u Orusco de Tajuña, el límite ha llegado a triplicarse.
Los expertos consideran que aunque el ozono no es tan dañino como el dióxido de nitrógeno, también tiene consecuencias muy negativas sobre la salud de las personas. Al tratarse de un potente agente oxidante, alergias y asmas empeoran por este gas. Por ello, las personas más vulnerables a sus efectos nocivos son aquellas que padecen problemas respiratorios, así como mayores y niños.
Y es que, pese a lo que se pueda creer, este gas está más presente en la periferia de la región, pese a estar relacionada directamente con los gases emitidos por el tráfico y la industria del área metropolitana de Madrid. Los coches son los que desprenden el dióxido pero el viento lo arrastra kilómetros en todas direcciones. Al reaccionar con el oxigeno y la radiación solar, se transforma en ozono.
No obstante, el dióxido de nitrógeno ha descendido en la capital, aunque los expertos achacan esta bajada a la crisis más que a medidas tomadas para hacer frente a la contaminación urbanística. En 2011 había 18 estaciones medidoras en la capital que detectaron niveles elevados de dióxido de carbono; en 2012, esta cifra ha descendido.
La propia Unión Europea considera el Plan de Calidad del Aire desarrollado por el Ayuntamiento ineficaz como instrumento para purificar el aire de Madrid. Medidas como el aumento de las tarifas de los parquímetros, la incorporación de autobuses ecológicos o la construcción de carriles bicis no son suficientes.
Los especialistas en la calidad del aire creen en otras medidas más útiles para tal efecto, como la restricción de entrada de vehículos al centro, ya que los puntos con mayor concentración de dióxido de carbono continúan siendo aquellos cuya cantidad de tráfico es muy intensa. Las estaciones medidoras que más días de contaminación registraron el pasado año fueron la de Fernández Ladreda (Plaza Elíptica), Escuelas Aguirre (0`Donnell), Plaza de Castilla, Ramón y Cajal y Plaza de España. En el lado opuesto se situarían zonas como Méndez Álvaro o el Paseo de la Castellana.